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domingo, 27 de marzo de 2011

Aquí sin ti.

Camino por la calle cabizbajo, evitando cualquier cruce de miradas que exponga todo el dolor que llevo dentro. El roce de mis Adidas contra los adoquines provoca un lastimero llanto que acompaña cada paso errante que doy, en la dirección que siempre deciden mis pies. La marcha cada vez es mas lenta y dubitativa. Mi mente ya no tiene el control de un cuerpo inerte, sin fuerzas, que se sacude violentamente con cada pisada, agitado por una fuerza invisible, igual y opuesta.

Rebusco entre unas cuantas monedas, dentro del bolsillo derecho de mis vaqueros, la foto que nos hicimos en el viejo fotomatón de la estación ferroviaria de Toulouse. Acaricio con las yemas de mis dedos la tez de tu rostro impreso, ya desgatado y difuminado, como lo es tu recuerdo. Había sido una escapada esporádica, planeada minutos antes de subir al tren. Y allí, paseando a las orillas del canal Midi, con el tenue fondo rosado de la villa, lancé una moneda y pedí un deseo. Pedí un instante eterno.

Recuerdo una y otra vez el momento en el que nos conocimos. Fue en una parada de la linea 34, resguardándonos de un chaparrón primaveral bajo la metacrilada cubierta de aquella marquesina. Cada gota de lluvia se plasmaba en el pentagrama de la banda sonora de aquel instante. Una melodía que sonaba al compás de nuestros latentes corazones. En ese lugar especial, donde todo empezó, me siento a pasar las interminables horas, aguardando, con impaciencia, esa llamada que nunca harás. Una espera frustrada por la rotundidad de tu adiós.

Una disimulada sonrisa se esboza en mi cara al releer los SMS que algún día me escribiste y que son ahora, la prueba fehaciente de que alguna vez has sido feliz a mi lado. Absorto en cada pixel, en cada letra, en cada palabra. Perdido entre el amor y el odio. Perdido, hasta que la batería del móvil agoniza y amenaza con arrebatarme toda esperanza. Salgo de mi mundo y desando el camino. Vuelvo al refugio de mi cama, protegido por la realidad manipulada de unos sueños que he llegado a controlar a mi voluntad.

El eco de tu adiós resuena en mi cabeza y me devuelve a la realidad. Me despierto sudoroso y satisfago el primario impulso de buscarte entre mis sábanas. Pero no estás. Así es cada mañana, un amanecer de días oscuros. Un invierno perpetuo. Frío y duro. Largo. El tiempo se detiene a hurgar en una herida que no cicatriza, y de la que emana una infinita hemorragia que me va dejando vacío. Sin odio pero sin amor. Contigo pero sin ti.

Y cuando el corazón pregunta por ti, miento. Cuando mis manos acarician tu silueta ausente, miento. Si mis labios extrañan el sabor de los tuyos, miento. Me miento. Me invento el final de nuestra historia ya imposible. Me engaño pensando que algún día volverás buscando todo aquello que nadie sabrá darte. Condenado a esperarte porque es mi deseo. Eso es lo que me queda de ti, la esperanza. Un anhelo eterno que mantiene vivo a un corazón que hace tiempo no escucho latir.

Te sumerges en el laberíntico entramado de mi mente, y arrancas de mi cuerpo cualquier razón por la que vivir. Te apoderas de cada aliento que emborrona mi reflejo en espejos que muestran la decadencia de mi ser. La soledad retuerce mis entrañas tatuadas por el fuego de tu odio, sin compasión, sin piedad. El dolor se diluye en cada lagrima derramada. El sufrimiento no calma la culpa. Torturado por tu ausencia, me fustigo con cada imagen de ti, cada recuerdo que derrota al olvido en una lucha interior, una batalla por tomar el control de mi cabeza. La locura me acecha, me arrebata la lucidez y crea un mundo perfecto solo para mí. Una falsa felicidad, consuelo de almas desgraciadas.

Y ante mí un futuro desolado, un continuo sinvivir. Encerrado en mi coraza, huyo de cualquier muestra de cariño que suponga hacer el esfuerzo de volver a amar. No quiero volver mendigar amor. No, si no es tu amor.

2 comentarios:

  1. Rozando la perfección en la palabra. Tocando muy adentro en las emociones.
    Es imposible no identificarse en alguna medida con ese mar desbordado de sentimientos y no revivir situaciones que nos han hecho sentir igual.
    Si sigues escribiendo así,tendré que ir al diccionario de sinónimos para rebuscar nuevas palabras y no repetirme en elogios.
    Besos

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  2. Eres realmente bueno Churrus. Un Techie que dice que lee poco y sin embargo... que capacidad de de elegir las palabras. ¡Hasta se atreve a inventar algunas que merecerían estar en el diccionario por rotundas e inequívocas! : metacrilar : v.t. dícese de cubrir con metacrilato una superficie. Y el juego de latente/latiente es magnifico.
    Y aun encima, como dice Calenda, consigues ponernos en esa tesitura que todos hemos experimentado alguna vez en la vida. Si fuera una canción del canal diría: "me la pido"

    Un abrazo

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